Por una educación fundamentada en la ciencia 3RA parte

19.08.2012 06:05

POR UNA EDUCACIÓN FUNDAMENTADA EN LA CIENCIA

TERCERA PARTE

En las entregas anteriores a este artículo se consideraron aspectos vinculados a la toma de decisiones que, desde la perspectiva política, afectaron de forma significativa el desarrollo y evolución progresista de la Educación Nacional, especialmente, la educación formal obligatoria y no obligatoria, planificada y ejecutada con intencionalidad de generar aprendizajes significativos; que lo son, desde el momento que el receptor o favorecido con esos procesos encuentra que lo que aprende cumple con tres propósitos fundamentales: Tiene significado y sentido racional y lógico; tiene aplicabilidad en la resolución de problemas cotidianos; y se correlaciona con el desenvolvimiento del individuo en su contexto social, laboral y familiar. Eso hace que lo que aprendimos en los centros educativos, desde el preescolar hasta la maestría o doctorado en el nivel superior universitario nos permitan: Saber que sabemos, saber que somos capaces de hacer y planificar el hacer, saber que nos hace humano ese conocimiento y que podemos vivir en sociedad de paz y armonía en virtud de ello.

Desde el punto de vista del autor, si preguntáramos en que momento educativo nos encontramos en la evolución de la didáctica pedagógica, de la psicología educativa, de la psicología cognitiva y de la psicología evolutiva; sin temor a equivocaciones se podría indicar que estamos en el pre-efecto Piagetiano y Vigotskiano en la educación. Seguimos sumidos en un interminable proceso conductista y mecanicista de desarrollo de enseñanza mas que de desarrollo de aprendizajes. Violentando lo que hoy se considera nuevos conocimientos en materia de procesos de aprendizaje desde la perspectiva de lo que el cerebro desarrolla y ejecuta cuando el individuo aprende. No sólo en el ser humano, se ha evidenciado de que muchas facultades de aprendizaje neuronal vinculados a la empatía, bondad, solidaridad, protección de grupo social, autoconciencia de sí mismo se dan en animales superiores como los gorilas, los perros, los lobos, los defines, los elefantes y otros animales. Por lo tanto, cómo montarnos en la nave del tiempo y viajar de los días exitosos de John Dewey, Wilhelm Dilthey, Eduard Spranger, Lorenzo Luzurriaga, Clotilde Guillén de Rezzano, Williams Kilpatrick, Hermann Nohl, Claparede, Brunner, Novak, Ausubel; y llegar a los días de la neurociencias cognitiva, neurobiología cognitiva, psicologías cognitivas y evolutivas basadas hoy en neurociencias, genética de los procesos neuronales, epigenética como factor incidente en el desarrollo neuronal evolutivo. Parece difícil, pues no, es muy simple y más sencillo de lo que habríamos pensado.

El primer paso, y con todo el respeto que se merecen las decisiones tomadas por los presidentes de este periodo de la MADRASTA DEMOCRACIA que inició en 1989 con la Invasión del 20 de diciembre, es sin duda tener un MINISTRO O MINISTRA científicos de la ciencias de la educación, es decir, todas aquellas disciplinas científicas que cuentan con plataformas teóricas confiables en sus aportaciones de conocimientos comprobados, que proponen esquemas científicos intencionales de desarrollo aprendizaje, desde el elemento más importante en esa interacción: el cerebro del feto, infante, niño/a, adolescentes, jóvenes, adultos jóvenes, adultos y personas de la tercera o más edad.